Las inmensas llanuras de la Pampa argentina, normalmente cubiertas de infinitos mantos de soja, maíz o trigo, ahora están completamente anegadas. El país está en vilo y no es para menos: se encuentran bajo agua al menos 10 millones de hectáreas —una superficie ligeramente menor a la de Cuba— de la tierra más productiva de las provincias de Buenos Aires y La Pampa, motores del modelo agroexportador de Argentina.
"El distrito de la provincia de Buenos Aires donde vivo, General Villegas, tiene 726.000 hectáreas. El 80% es agrícola —en los últimos años especialmente con soja— y el 20% restante, ganadero. Ahora venimos sufriendo inundaciones desde hace un año y medio, por el aumento de la media de lluvias", explicó el productor.
"De una media de 900 milímetros, en los últimos cuatro años el registro anual de lluvias pasó a 1.300 o 1.400 milímetros. Se incrementó entre un 30 y 40%", agregó.
Es especialmente preocupante la situación en la cuenca del río Salado, "una gran depresión" que abarca unas 11 millones de hectáreas "muy importantes desde el punto de vista productivo agrícola y ganadero". La canalización de esta zona está en el debe de las autoridades: de cinco etapas, faltan dos por concluir, indicó el dirigente de la FAA. Culminar este proceso, puntualizó, "lleva su tiempo".
La región, azotada ya por la caída de los precios de las 'commodities' y el fuerte golpe que ha sufrido el sector lechero —de 15.000 establecimientos hoy hay unos 9.000, según Lucero— necesita acciones inmediatas. Entre las exigencias están obtener "créditos blandos" con plazos de 10 años para poder recuperarse de los embates del clima.
Le puede interesar: "Las pérdidas por inundaciones en Argentina son multimillonarias"
"En mi zona esta semana recibimos en promedio entre 40 y 60 milímetros. Esto hace que se hayan vuelto a inundar los campos. La napa está muy alta y pronto comienza la siembra del maíz. Si sigue lloviendo posiblemente no se pueda hacer nada o por lo menos la superficie de siembra del maíz, sobre todo el de primera, se va a ver restringida", indicó el productor.
"En este momento no hay piso para realizar labores", remató.
Lea también: Argentina está en emergencia
El 'granero del mundo' pasó de producir 40,5 millones de toneladas de soja en la temporada 2002-2003 a 57 millones en 2014-2015. Ese cultivo es el mayor, "no sólo por la producción, sino por la superficie ocupada. En la actualidad representa el 55% de las casi 37 millones de hectáreas que se siembran", dice el documento.
Según explicó al diario Página/12 el director del Instituto de Suelos del INTA, Miguel Ángel Taboada, "lo que sucedió en los últimos 25 años fue que desaparecieron 8 millones de hectáreas de pasturas y 5 millones de hectáreas de bosque, que consumían muchísima agua por año".
Lea más: Exportaciones de cereales en Argentina alcanzan la mitad de lo liquidado en 2016
"Esas 13 millones de hectáreas fueron destinadas principalmente al monocultivo de soja —que no tiene nada de malo en sí como cultivo—, que consume la mitad o menos de agua y hace que el suelo tenga menos absorción", dijo Taboada al periódico argentino.
De acuerdo con el especialista, en 2001 el nivel de lluvia era casi el mismo que el actual, pero el negocio de la soja no había alcanzado un desarrollo tan grande.
📎📷 🎥 El huracán Harvey, visto desde el espacio https://t.co/O3aaKxwbXV pic.twitter.com/vysWuUVSI6
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 25 de agosto de 2017
Hay similaridades entre estas inundaciones y las provocadas por el huracán Harvey que provocaron un desolador panorama en Houston (Texas), la cuarta urbe de EEUU. En el último caso, se trató de la urbanización no planificada que dejó de lado la sustentabilidad y el manejo responsable del suelo.
Lea también: ¿Por qué Harvey dejó más víctimas en Texas que Irma en Cuba?
Este manejo del suelo quitó la posibilidad del territorio de absorber el agua. El resto ya pasará a la historia: la inundación alcanzó un metro y medio, dejó 47 muertos, desplazó a miles de personas, destruyó hogares y oficinas y medio millón de autos quedaron inutilizados.
Desde el suelo y el espacio: Así se vio cómo el monstruoso huracán Harvey arrasa todo a su paso https://t.co/Mb9P6hwEgp pic.twitter.com/eqeiaRHmxc
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 26 de agosto de 2017
En estas catástrofes, así como en la devastación que provocó el huracán Irma, la furia de la naturaleza parece aterrar al hombre. Quizás es momento de que la humanidad se siente a reflexionar si no es a sí misma a la que le debe tener miedo.