"Hoy en día, el café es uno de los productos más apreciados de la Tierra y para cultivarlo se necesita un clima particular y abejas capaces de polinizar las flores de los árboles de café. Hemos examinado por primera vez cómo el cambio climático puede afectar tanto a unos como a otros y hemos descubierto que a los productores de café les esperan tiempos bastante difíciles", cuenta Taylor Ricketts, de la Universidad de Vermont (EEUU).
En total, en el mundo existen unos 40 tipos de árboles de café, 19 de los cuales tienen una importancia comercial, mientras los granos de solo 3 tipos se utilizan para las exportaciones.
Los expertos opinan que los dos principales enemigos del café son el cambio climático, que aniquila las frescas regiones montañosas en los trópicos donde crece ese tipo de árboles, e insectos como el 'Hypothenemus hampei' o broca del café, que aprendieron a "digerir" la cafeína y que van conquistando rápidamente nuevos territorios en África y América del Sur.
Según ellos, las abejas salvajes también participan en el crecimiento de los granos de café. Muchas especies de ellas están bajo riesgo de extinción por la actividad humana y el calentamiento global.
El equipo de Ricketts comprobó cómo la reducción de las superficies, apropiadas para las plantaciones de café y el hábitat de las abejas podrían influir en el cultivo del café en los próximos 50 años.
Para ello, los científicos crearon dos modelos climáticos que tenían en cuenta el aumento de las temperaturas promedias anuales, el descenso del nivel de las precipitaciones y otros factores que influían en el cultivo del café y en el bienestar de las colmenas de abejas. Obtuvieron dos resultados de mapas de hábitats. Luego, compararon uno con otro y trataron de discernir si el café sería capaz de sobrevivir.
Por otro lado, los cálculos muestran que las superficies de las supuestas plantaciones para el café se reducirán entre un 73% y un 88% para 2050.
La mayor parte de los territorios de América del Sur, donde será posible cultivar el café dentro de 50 años, se encontrará en las reservas naturales y los bosques tropicales que todavía no están talados y será muy difícil y muy importante al mismo tiempo defenderlos.
Se estima que, ante todo, este proceso afectará a los países montañosos en los trópicos como Nicaragua, Honduras y Venezuela, mientras en otros, como México, Colombia y Costa Rica, los territorios apropiados para el cultivo del café aumentarán.
Se indica que la única ventaja del calentamiento global es que la productividad del café en las regiones donde será aún capaz de crecer, se elevará en un 20% gracias al alto nivel de precipitaciones, a las temperaturas y al número de especies de abejas.
Sin embargo, todo ello muestra que ya ahora mismo se necesita emprender bruscas medidas para defender el café de la extinción y proteger a los agricultores locales de la quiebra.
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