Organizada por el Comité Internacional por la Paz, Justicia y Dignidad, la jornada comenzó en Washington el 11 de septiembre y se extenderá hasta el 16. A lo largo de toda la semana se llevarán a cabo reuniones con el Congreso estadounidense para denunciar los daños que causan las restricciones contra Cuba. "El bloqueo es una política que ha fallado", dijo a Sputnik Leslie Salgado, cubana radicada en Estados Unidos e integrante de la organización Cuba Friendship Coalition.
Las actividades que realiza la agrupación esta semana incluyen encuentros con congresistas para "educarlos y presionarlos" para que aprueben leyes que permitan a los cubanos ir a su país como los ciudadanos de cualquier otra nacionalidad.
"Somos libres pero para viajar a Cuba debemos tener un permiso especial. Esa restricción no existe para ningún otro ciudadano del mundo. Son limitaciones que no vienen del Gobierno cubano, sino del estadounidense", explicó la activista.
"Por este motivo hemos invitado a médicos y estudiantes de medicina cubanos para que se reúnan con profesionales de la salud estadounidense y realicen un intercambio de información. Estados Unidos tiene mucho que aprender de Cuba", agregó.
A pesar del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, aún existen restricciones financieras, económicas y comerciales impuestas desde 1962. El 3 de febrero de ese año, el entonces presidente estadounidense, John F. Kennedy, emitió la proclama 3.447 que oficializó el bloqueo.
La medida fue desde entonces mantenida por los Gobiernos posteriores, incluyendo el actual encabezado por Trump. Durante la administración de Barack Obama se adoptaron medidas para flexibilizar algunas restricciones, pero aún son insuficientes.
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Las leyes del bloqueo en sentido general permanecen en vigor e incluso entorpecen las ya aprobadas. Cuba mantiene firme su posición de que para normalizar totalmente las relaciones bilaterales el cerco debe ser eliminado.