"Instamos a nuestros socios internacionales a unirse a los esfuerzos de Rusia para superar el desastre humanitario en Siria, principalmente en áreas que estaban bajo el control de los grupos terroristas, así como en las zonas de distensión", dijo.
El suministro de la carga se hizo posible después de que se rompiera el cerco de la parte occidental de la ciudad.
Durante más de tres años, Deir Ezzor y la base aérea situada a dos kilómetros de la ciudad estuvieron totalmente bloqueados por los yihadistas de Daesh (autodenominado Estado Islámico, prohibido en Rusia y muchos otros países).
Rusia, Turquía e Irán —países garantes del llamado proceso de Astaná— firmaron a principios de mayo un memorando para establecer en Siria cuatro zonas de distensión que buscan poner fin a los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y las de la oposición, afianzar el armisticio vigente desde el 30 de diciembre y separar a los rebeldes de los grupos terroristas.