"El grado de la presión indignante, repetida e infinita que está plasmada en la [última] ley estadounidense y las sanciones previas no es comparable con nuestra decisión de igualar las plantillas de las representaciones diplomáticas", afirmó Riabkov.
Riabkov indicó también que Rusia iniciará un proceso legal con relación a la situación de su propiedad diplomática en EEUU por orden que el presidente Vladímir Putin dio a la Cancillería.
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Agregó que es necesario prepararse bien para el proceso lo que está haciendo actualmente el Ministerio de Exteriores.
Al mismo tiempo, el viceministro destacó que "en los marcos legales y en el ambiente político que crearon nuestros enemigos en EEUU será difícil lograr una resolución justa a nuestra favor", pero "es un camino real".
Además, Riabkov indicó que se está examinando una reunión potencial del ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, en los margenes de la Asamblea General de la ONU este mes de septiembre, sin embargo, precisó, no hay ningún acuerdo todavía.
En diciembre de 2016, el Gobierno de EEUU encabezado entonces por Barack Obama expulsó a 35 diplomáticos rusos y ordenó el cierre de dos mansiones diplomáticas rusas en Centreville, Maryland y Oyster Bay, Nueva York, en respuesta a la supuesta interferencia de Moscú en las elecciones presidenciales estadounidenses, lo que Rusia ha negado reiteradamente.
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A finales de agosto, el Departamento de Estado de EEUU pidió a Rusia desalojar su Consulado General en San Francisco y dos oficinas diplomáticas más, una en Nueva York y la otra en Washington, poniendo como fecha límite el 2 de septiembre.
El Ministerio ruso de Exteriores cumplió la petición de Washington pero la calificó como un acto hostil y una burda violación del derecho internacional.