"Este nuevo proceso cubano tiene que venir de la mano de un proceso de modernización en el tema económico, porque si eso es un caos, es difícil que un régimen, cualquiera que venga, pueda mantenerse", dijo Santos, docente de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad de las Américas.
Santos observó que lo que se vive en Cuba "no son elecciones y a nadie lo toma por sorpresa" aquello, "sino que es una transición de poder, una entrega de un legado".
"La directriz a la que los cubanos se van a tener que enfrentar es: o me vuelvo a aislar del planeta o empiezo a dar estos cambios importantes para que puedan darse inversiones y para que pueda haber una economía cubana", agregó Santos.
Fidel Castro (1926-2016) fue un líder nato que atraía a las masas, mientras su hermano y sucesor Raúl (que cumplió 86 años el 3 de junio pasado) ha mantenido un "perfil más calmado y hermético", estimó.
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Así, las luces de la "revolución" se han ido desvaneciendo junto con ellos "porque el régimen no permitió que nazcan nuevas figuras, y las nuevas figuras que aparezcan no nacen con pedigrí, no nacen con ninguna postura de apellido", argumentó.
Para el analista, Cuba debe acoplarse "a las nuevas necesidades y retos comerciales o se prepara para el fracaso", especialmente porque las nuevas generaciones de cubanos "exigirán" a sus gobernantes "adaptarse al mundo", estimó.
Santos reconoció un primer intento de Cuba de abrirse al mundo a través del turismo, pero consideró fundamental desarrollar los derechos a la propiedad privada, a la libertad de expresión y también "a la libertad de asociación", pero esto "no se va a dar si no hay una apertura clara al comercio".
"Cuba tiene un derecho histórico de escoger entre abrirse al mundo o volverse a cerrar y entrar en un régimen hermético, pero eso ya lo hemos vivido durante varias décadas", observó.
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El proceso de elección de autoridades, que conduce el gobernante Partido Comunista de Cuba, rige en la isla desde mediados de la década de 1970 y culminará en cinco meses con la elección de una Asamblea Nacional (parlamento unicameral), que elegirá a su vez al Consejo de Estado y a su presidente, quien sustituirá a Castro en febrero de 2018.