"El juzgado federal de Esquel (sur) comunica que (…) el perfil genético de la persona que habría sido herida el 21 de julio no tiene coincidencia con el perfil genético de un hijo biológico de Enrique Aníbal Maldonado y Stella Maris Peloso", informó el tribunal en un comunicado.
"Quiero que se resuelva cuanto antes si la mancha de sangre que quedó en mi camisa es o no la de Santiago Maldonado", manifestó hace unos días el peón rural Evaristo Jones, "puestero", o encargado de controlar el "puesto" Los Retamos, una porción de una de las haciendas que posee la corporación internacional Benetton en Cushamen, en la provincia de Chubut (sudeste).
Jones denunció que el pasado 21 de julio había sido atacado por un grupo de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) que prendió fuego al puesto.
Descartada la hipótesis de que Maldonado hubiera sido herido de muerte en ese incidente, y abandonado por los mapuches que lo acompañaban, se retoma con más fuerza la línea principal de la investigación judicial, que caratuló el expediente como "desaparición forzada de personas".
Aunque el Gobierno de Mauricio Macri cuestiona esta interpretación de los hechos, la fiscalía analiza la desaparición de Maldonado a manos de la Gendarmería, que intervino contra la comunidad mapuche Lof en Resistencia para desalojar un corte de carretera en protesta por la detención de su lonko (jefe), Facundo Jones Huala.
El defensor público oficial Fernando Machado indicó posteriormente que había rastros de la presencia de Santiago Maldonado en el territorio, como una boina del joven.
Pero el juez de la causa, Guido Otranto, todavía no considera que existan pruebas irrefutables al respecto.
Nueva causa relacionada
En paralelo, la justicia investiga la actuación policial durante una manifestación el pasado viernes en la ciudad de Buenos Aires para pedir por la aparición con vida de Maldonado, y que terminó con 31 detenidos.
El juez federal Marcelo Martínez de Giorgi decretó el secreto sumario del caso, aunque trascendió que todos los policías que intervinieron en los arrestos serán interrogados como testigos, pues se detectaron imprecisiones en las acusaciones contra los detenidos, y existen contradicciones entre las versiones policiales de lo ocurrido y las de los imputados.
Entre la treintena de encarcelados, liberados durante la madrugada del lunes con excepción de uno, se encontraban tres trabajadores de la prensa y algún profesor, lo que ha provocado sospechas sobre el proceder de las fuerzas de seguridad policial.