El llamado beso del meñique es una costumbre que se ha establecido en el paso fronterizo de Tijuana, donde cada domingo varios migrantes deportados acuden al encuentro con sus familias, quienes habitan del lado estadunidense y son separados por un muro, informó Notimex.
"Lo hemos instituido porque el meñique es lo único que cabe en esta reja, es el único contacto físico que tienen", indicó Guillermo Navarrete, pastor de la Iglesia del Faro en playas de Tijuana, quien por cinco años se ha dedicado a dar servicio a los migrantes que son detenidos y regresados al país.
El integrante de la Iglesia Metodista de México explicó que al ser separados de sus familias, estas personas se quedan en Tijuana para poder sentir la cercanía de los suyos, lo cual los obliga a vivir en situación de calle.
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"Ellos han perdido muchas cosas, entre ellas a su familia, de manera que su depresión la curan con la bebida, las drogas y eso los lleva muchas veces a delinquir", refirió el pastor.
Consideró que "nuestro servicio comprende apoyo psicológico y moral, así como trabajo social, para que las personas deportadas adquieran un trabajo formal, vivienda y puedan radicar en esta ciudad, en condiciones más dignas".
Guillermo Navarrete aseguró que una de las mayores satisfacciones de esta labor es propiciar la convivencia y fomentar la reunificación familiar.
Cada domingo, el cerco de la frontera entre Tijuana y San Diego se abre un par de horas para que las familias puedan acercarse, siendo una valla de acero de aproximadamente 15 metros de ancho el único medio de contacto entre sus integrantes.
La Iglesia del Faro lleva carpas, una cocina móvil y bocinas, para hacer de esta convivencia un festejo. Sin embargo, hay ocasiones que el clima impide que se realicen actividades, pues la Patrulla Fronteriza cierra el paso, debido a la crecida del río.
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Este tramo de frontera es también conocido como Parque de la Amistad y fue inaugurado en 1971 por la entonces primera dama estadounidense, Patricia Nixon. En 2009, el gobierno estadunidense restringió el acceso a esta área, a fin de construir un segundo cerco fronterizo y en 2012 fue reforzado con una malla de metal.