Entre marzo de 2012 hasta abril de 2016, la USAID ha asignado 1.500 millones de dólares para el programa en Afganistán. Los gastos en el período de 2013 a 2015 fueron sometidos a un control por parte del inspector general.
Según comentó a Sputnik Obaid Kabir, miembro de la dirección del partido 'Solidaridad Afganistán', la historia demuestra que la USAID es un instrumento de ocupación del gobierno de Estados Unidos, que utiliza las organizaciones locales para llevar a cabo su agenda en los diferentes países.
"Un ejemplo vivo es América Latina. Un grupo de especialistas de esta organización entrenó a los derechistas y a los extremistas en Paraguay para torturar a los revolucionarios de este país. Ahora esta política se está aplicando en Afganistán", aseguró.
Lea también: Los problemas de Afganistán se deben a la política de EEUU
Los proyectos de USAID en Afganistán no fueron para mejorar la infraestructura y no cambiaron la vida de los afganos para mejor, afirma. "No vimos ninguna represa construida, ni centrales eléctricas o carreteras y ferrocarriles. La USAID habló sobre los planes para proteger los derechos de las mujeres y las personas en Afganistán, pero el dinero se gastó en objetivos muy diferentes", denuncia. "Lo más importante es que el dinero estadounidense caiga en manos de los mismos extremistas y criminales con los que están luchando, y los extremistas continúen con sus negocios".
"Estados Unidos es un país con una contabilidad no muy transparente, por no hablar de los países que reciben su ayuda. Estados Unidos nos ayudó incluso antes de la guerra y también entonces hubo problemas con la contabilidad. El 80% de la asistencia de USAID no alcanzó su meta, por lo tanto, el trabajo de esta organización puede ser considerado insatisfactorio. La USAID llevó a cabo sus actividades en aquellas áreas de Afganistán donde la guerra está sucediendo, porque sabía que los auditores no vendrían allí".