"Para el autoabastecimiento, nos faltan cerca de seis millones de toneladas de leche, un millón de toneladas de verduras y alrededor de 1,5 millones de toneladas de manzanas y otras frutas. Necesitamos construir más tiendas de verduras y centros de distribución mayoristas. Si lo hacemos no durante un año, sino durante unos diez años, tendremos un nuevo país con un nivel cualitativamente diferente de desarrollo del complejo agroindustrial", destacó Tkachiov.
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Este año, según las previsiones del Ministerio, se recolectarán 930.000 toneladas de hortalizas de invernadero. En los próximos tres a cinco años, hace falta construir casi 2.000 hectáreas de estas infraestructuras. En este momento, la producción superará los 1,8 millones de toneladas, así se podrá satisfacer las necesidades domésticas de hortalizas. De momento, Rusia importa hortalizas de manera activa a finales de invierno y a principios de la primavera.
"Es una época muy interesante: la economía está creciendo, así como la agricultura. La agricultura se ha convertido en un motor para el desarrollo de una serie de industrias relacionadas. Es labor de un gran número de personas, un tercio de los ciudadanos de nuestro país viven en el campo", concluyó.
El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, firmó este julio un documento que prolonga hasta el 31 de diciembre de 2018 la prohibición de importar a Rusia ciertos productos agrícolas y materias primas de los países que impusieron sanciones contra Moscú. Esta decisión es una respuesta a la prórroga de restricciones por parte de la UE contra Rusia hasta la misma fecha.
