Este dato eleva a 685 la cifra de civiles muertos por las bombas de la coalición desde agosto de 2014.
El 22 de agosto, la agencia de noticias SANA denunció que la coalición estadounidense mató a 78 civiles en la ciudad siria de Al Raqa.
Tras el incidente el Gobierno sirio volvió a llamar al Consejo de Seguridad de la ONU a frenar "los crímenes que comete la coalición contra los civiles".
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Además alertó que la coalición utiliza bombas de fósforo, prohibidas por la ONU y los tratados internacionales.
Sus operaciones en territorio sirio no cuentan con la autorización del Gobierno de ese país, que las califica de intervención, ni del Consejo de Seguridad de la ONU.