"Partiendo de lo que yo veo, escucho, leo, de lo que sucede en el Congreso, lo que dicen los políticos estadounidenses, no podemos esperar nada positivo de EEUU, sin embargo, ante esta situación los diplomáticos rusos continuarán desempeñando sus labores", afirmó el diplomático al periódico Komsomolskaya Pravda.
"Pienso que la parte estadounidense finalmente recupere el sentido común y acabe con la rusofobia atizada en EEUU, justamente los norteamericanos deben valorar la situación y comenzar a dar marcha atrás poco a poco", indicó.
A finales de julio, el Ministerio ruso de Exteriores pidió al Gobierno estadounidense reducir a 455 personas la plantilla de sus legaciones diplomáticas y consulares en el país para el próximo 1 de septiembre.
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El presidente ruso Vladímir Putin confirmó a finales de julio pasado que la decisión de limitar a 455 personas la plantilla de la embajada y los consulados de EEUU en Rusia —número idéntico al de los empleados de las legaciones rusas en territorio estadounidense— significa para Washington la necesidad de despedir a 755 personas.
Se trata tanto de personas con el rango de diplomáticos como sin él, incluyendo a los empleados contratados localmente que son nacionales de Rusia.
Moscú, que se abstuvo de responder en diciembre pasado a la expulsión de 35 diplomáticos rusos de EEUU, impuso la restricción en represalia a un nuevo paquete de sanciones contra Rusia aprobado por el Congreso de EEUU.
La Embajada afirmó que la decisión se debe a la reducción del personal diplomático de EEUU en Rusia, impuesta por el Gobierno ruso.