"Expulsar a periodistas de Ucrania o denegarles la entrada son medidas preocupantes y excesivas, especialmente porque esas acciones carecen de transparencia y de un mecanismo de apelación adecuado", dice la carta, citada por el servicio de prensa de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa).
Désir subrayó que los países miembros de la organización se comprometieron a mejorar las condiciones de trabajo de los periodistas en otros países miembros.
"Llamo a las autoridades correspondientes a abstenerse de imponer restricciones innecesarias al trabajo de los periodistas extranjeros, que afectan la libre circulación de la información y violan los compromisos de la OSCE por la libertad de prensa", manifestó.
El Canal 1 de la televisión nacional rusa informó el 30 de agosto que su reportera Anna Kurbátova había sido secuestrada en Kiev y que se podría tratar de una detención realizada por el Servicio de Seguridad de Ucrania.
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Más tarde, la portavoz del Servicio de Seguridad, Elena Guitliánskaya, afirmó que Kurbátova fue detenida y luego deportada a Rusia, con una prohibición de entrada en el país por el plazo de tres años, supuestamente por "perjudicar los intereses nacionales de Ucrania".
El último de estos casos ocurrió el pasado 15 de agosto, cuando Ucrania expulsó a la periodista de la cadena Rossiya 24 Tamara Nersesián.
Además, anteriormente el Servicio de Seguridad prohibió le entrada por tres años a dos periodistas españoles, Antonio Pampliega y Manuel Ángel Sastre.
El acoso a periodistas por parte de Kiev fue criticado por la OSCE, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) y la Unión de Periodistas de Ucrania.
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El Ministerio de Exteriores ruso también expresó su indignación y exhortó a la Unión Europea y EEUU a condenar las medidas del Gobierno ucraniano que contradicen el derecho internacional.