La empresa evacuó a sus trabajadores el 29 de agosto y otro tanto hicieron las autoridades de la zona con los residentes en un radio de 2,5 kilómetros de la planta que produce peróxido orgánico, según el medio CNBC.
Un comunicado de la empresa publicado en su sitio web sostiene que la fábrica está cerrada desde el 25 de agosto, antes de que comenzaran las lluvias torrenciales causadas por el huracán Harvey.
"La fábrica recibió volúmenes extraordinarios de lluvia, que para la tarde del lunes superaban los 1.000 milímetros. El lugar está totalmente inundado y sin servicio eléctrico desde la mañana del domingo", pues los "generadores de emergencia también se inundaron", dice el texto.
El 29 de agosto por la tarde "la situación se volvió muy grave", según el comunicado.
Un pequeño equipo de 11 personas se dedicó entonces a trasladar esos compuestos a contenedores refrigerados a combustible, pero resulta imposible mantener refrigerados esos depósitos si la inundación no cede, advirtió la empresa.
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Antes, el grupo ambientalista Sierra Club advirtió que al menos 10 plantas químicas y refinerías de Texas reportaban problemas como filtraciones, derrames o peligro de explosiones.