En el momento del colapso de la URSS, el país disponía de tres divisiones de misiles: 12 trenes con 36 lanzadores. Sin embargo, en 1993, Rusia firmó el Tratado de reducción de armas estratégicas START-II, que preveía la eliminación de todos los misiles RT-23. En el período de 2003 a 2007, todos los Molodets fueron destruidos, a excepción de dos, que fueron expuestos en un museo.
No obstante, el BZhRK volvió a ser recordado en 2010, cuando las relaciones entre Rusia y Occidente comenzaron a deteriorarse bruscamente, señala Andréi Kots, columnista de Sputnik. En diciembre del 2013, la prensa informó sobre la reactivación de estos complejos en Rusia sobre una base tecnológica nueva. Y en julio del 2017, el viceprimer ministro, Dmitri Rogozin, declaró que Rusia estaba lista para crear nuevos BZhRK del proyecto Barguzin.
Sin embargo, si el tren-fantasma recibe orden para su uso de combate, se detiene y se prepara para lanzar un ataque. Las persianas en los techos de los vagones se abren y los mecanismos ocultos en el interior ponen los lanzadores de misiles en posición vertical. Luego, tres cohetes se lanzan contra el agresor, llevando un total de 30 ojivas nucleares guiadas de 550 kilotones de capacidad cada una.
Según Kots, actualmente hay poca información disponible sobre el prospectivo BZhRK, pero se sabe que un tren de este tipo va a llevar seis misiles balísticos, probablemente RS-24 Yars de combustible sólido, desarrollados por el Instituto de Tecnología Termal de Moscú. Un proyectil intercontinental balístico es capaz de lanzar de tres a seis bloques de combate con una capacidad de unos 300 kilotones, cada uno a una distancia de 12.000 kilómetros.
"Es menos que el RT-23UTTKh, sin embargo, el Yars pesa la mitad, lo que simplifica su instalación y transporte en un vagón estándar. Además, solo se utilizará una locomotora para la tracción, lo que mejorará el camuflaje y la operación del complejo. Se supone que el nuevo BZhRK podrá desplazarse por todo el país y superar miles de kilómetros cada día", señala Kots.
"En el contexto del despliegue de nuevas armas de alta precisión por parte de EEUU, el BZhRK será un as bajo la manga de Rusia", comentó a Sputnik Ígor Korótchenko, jefe de la revista Natsionalnaya Oborona (Defensa nacional).
Kots añade que, incluso si un ataque masivo de misiles destruye por completo la tríada nuclear de Rusia, el enemigo no podrá privar a las Fuerzas de Misiles Estratégicos de realizar un ataque de venganza. Muchos kilómetros de ferrocarriles en Rusia pasan a través de túneles de montaña, que pueden ser utilizados como refugio para los BZhRK. Y no hay garantía de que tras las explosiones, un solo tren fantasma no dispare contra el agresor toda su munición desde un lugar de los montes Urales, concluye el autor.