El Joint Strike Fighter (JSF) fue un programa militar de Estados Unidos para la creación de un nuevo avión del tipo de caza táctico. Debía tener capacidades furtivas, ser de quinta generación, que lograra remplazar al F-16, A-10, F/A-18 y al AV-8B como caza táctico al servicio de EEUU y sus aliados.
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Una de las razones principales por las que el diseño de Lockheed Martin fue seleccionado y el de Boeing, descartado, fue que el sistema de elevación directa del X-32 —que utiliza el empuje del motor para levantar el avión- es propenso a calados, explica Dave Majumdar en su artículo para The National Interest.
También hubo preguntas acerca de si el motor sería lo suficientemente potente como para levantar un F-32 totalmente operativo.
Además, aunque el F-35B fue originalmente proyectado para lograr la capacidad operativa inicial para el 2010, lo logró hacer tan solo en el 2015, cinco años más tarde.
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Otros expertos destacan que el Boeing X-32 podría ser una alternativa real para el tristemente célebre F-35. Construido con las mismas características técnicas, el X-32 y el F-35 mostraban unos parámetros de rendimiento relativamente similares.