Francia guarda sus cartas bajo el agua desde el 13 de febrero de 1960, cuando el país llevó a cabo la primera prueba nuclear bajo el nombre en clave Gerboise Bleue (Jerbo azul). La prueba fue fruto del programa atómico a propulsión iniciado en 1955, a pesar de que no llegó a buen puerto inicialmente.
"El primer intento por construir un submarino nuclear, el Q 244, no salió bien, debido a que los ingenieros franceses no fueron capaces de reducir suficientemente el tamaño del reactor nuclear. El submarino fue cancelado en 1959", dice Mizokami.
El proyecto inmediatamente posterior fue un éxito y de él surgió la primera clase de submarinos nucleares francesa: Le Redoutable. Era el inicio del poderío militar parisino bajo los mares.
La primera clase: Le Redoutable
En un primer momento, la clase Le Redoutable estuvo equipada con misiles franceses M1, de dos fases, con una cabeza nuclear de 500 kilotones de potencia y un rango de alcance de 2.500 kilómetros, "lo suficiente como para que Francia pudiese golpear Moscú desde el golfo de Vizcaya", al norte de España, indica el artículo.
Los submarinos de la clase Le Redoutable estuvieron armados con cuatro tubos lanzatorpedos de 533 milímetros autodefensivos y eran capaces de lanzar misiles crucero antibuque SM 39 Exocet. Le Foudroyant montó misiles M2 —una actualización de los M1— con un alcance de 2.962 kilómetros.
Los submarinos L'indomptable y Le Tonnant, también de la clase Le Redoutable, lanzaban tanto los M2 como los nuevos M20, con el mismo rango —2.962 kilómetros— "pero con una cabeza termonuclear gigante de un megatón", indica Mizokami.
En el momento de mayor esplendor del arsenal atómico francés, el 87% de sus fuerzas nucleares estaban formadas por submarinos.
Esta flota, la Force Océanique Stratégique (FOST), tenía su base en Ile Longue, en Brest, "y sus submarinos solían patrullar por las costas francesas y portuguesas".
"Tres submarinos tenían que estar en el agua en todo momento y un cuarto tenía que estar listo para ello", señala el autor.
La segunda clase: Le Triomphant
Construidos entre 1986 y 2010 y, por tanto, preparados para afrontar el periodo posterior a la Guerra Fría, los submarinos de la clase Le Triomphant empezaron a construirse en 1986. El primero de todos, Le Triomphant, entró en la flota francesa en 1997. El segundo de esta clase, Le Téméraire, entró en 1999. El tercer submarino, Le Vigilant, no vio la luz hasta 2004 y el cuarto y último, Le Terrible, no lo hizo hasta 2010.
"[Los submarinos de la clase Le Triomphant] son más grandes que los de la generación anterior y utilizan el mismo reactor nuclear que el portaviones Charles de Gaulle, el K-15. A los cuatro submarinos de esta clase se les armó con misiles de medio alcance M4B, de combustible sólido y un alcance de 6000 kilómetros".
Los M51 tienen un alcance de 8.046 kilómetros y toda la flota de submarinos actual está paulatinamente pasando a montar esta versión.
"Lo más probable es que el resurgimiento del poderío militar ruso —y el deseo de utilizarlo— seguirá empujando a París a seguir siendo una potencia nuclear durante las próximas décadas", indica Mizokami, aunque reconoce que "con lo pequeño que es, el arsenal nuclear de Francia no está diseñado para ganar una guerra, sino para no perderla".