"Creo que en un tiempo muy próximo será rota la espina dorsal del terrorismo y Siria volverá a la vida pacífica", dijo el general a la prensa en la base aérea de Kúbinka, a unos 60 kilómetros al oeste de Moscú.
Bóndarev indicó que la eficacia de la aviación rusa en Siria se debieron, en particular, al "análisis oportuno" de su empleo y la modernización del material aéreo.
Siria vive desde hace más de seis años una guerra civil en la que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas.
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Rusia lanzó en septiembre de 2015 una ofensiva aérea en Siria a solicitud del presidente Bashar Asad, para detener el avance de los grupos yihadistas.
Medio año después Rusia retiró el grueso de sus fuerzas al dar por cumplida su misión, aunque mantuvo su presencia militar en la base Hmeymim y en el puerto de Tartus.
Otro repliegue del contingente ruso se llevó a cabo en enero de 2017.
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