La cotización, con todo, resistió la presión y se recuperó de la mayoría de sus pérdidas en el mercado de divisas, después de que el tipo de cambio tocó un máximo en la sesión de 17,84 pesos por dólar durante la mañana del miércoles.
Ese precio del dólar era similar al registrado el pasado 14 de julio, que ya era un precio mínimo desde el 2 de mayo de 2016, marcado durante la carrera de Trump hacia la Casa Blanca.
En los mercados financieros, el peso cerró con una depreciación más moderada de 0,15 por ciento o 2,7 centavos, cotizando alrededor de 17,69 unidades por dólar.
Trump amenazó el martes con la posibilidad de abandonar el TLCAN, lo que afectó al peso, convertido al comenzar la jornada en "la divisa más depreciada de los principales cruces de monedas y la más afectada entre las divisas de economías emergentes", dijo a Sputnik la directora de Análisis Económico Financiero de Banco Base, Gabriela Siller.
En efecto, el peso comenzó el miércoles con una caída de 0,69 por ciento, al perder 11 centavos, cotizando alrededor de 17,77 por dólar.
La recuperación al avanzar el día se debió a que, durante el transcurso de la sesión los reflectores giraron hacia la posibilidad de que la Casa Blanca se quede sin presupuesto para operar, como amenazó el presidente.
"Los participantes del mercado enfocaron su atención en otra advertencia que Trump hizo al Congreso estadounidense, de llevar al Gobierno de EEUU a un cese de operaciones, en caso de no obtener los fondos necesarios para iniciar la construcción del muro fronterizo" con México, explicó Siller.
La presión se prolongará varias semanas, porque los fondos para que el Gobierno continúe operando deberán ser aprobados por el Congreso y firmados por Trump antes del 30 de septiembre próximo.
"Los comentarios irracionales del presidente de EEUU nuevamente generaron dudas sobre la estabilidad de su administración, que ha ido perdiendo credibilidad frente a los mercados financieros", afirmó la analista, al recordar que el peso perdió un 20 por ciento de su valor por el miedo a Trump en 2016.
Por lo tanto, la amenaza de orillar a un cese de operaciones como estrategia de negociación con los congresistas de la oposición demócrata "abrió la puerta a nuevos riesgos de volatilidad durante septiembre", centrados en el pulso de la Casa Blanca con el Capitolio, más que en las negociaciones del TLCAN que la próxima semana continuarán en la Ciudad de México.