Los peores pronósticos sobre la suerte que corrió la periodista Kim Wall se confirmaron después de que apareciera el 21 de agosto, flotando en el mar Báltico, el torso de un cuerpo femenino "deliberadamente mutilado". Más tarde, las pruebas de ADN confirmarían que eran los restos de Wall.
El inventor llegó a afirmar que había dejado a Wall en el muelle de un puerto y que el submarino se había averiado poco después, pero el reciente hallazgo del torso de la periodista pone en duda su versión.
El danés Peter Langkjaer Madsen, de 46 años, es el principal sospechoso de la muerte de la joven. El 'capitán' del submarino UC3 Nautilus es famoso en su país por sus numerosos inventos, informa BBC. Actualmente, se encuentra detenido y ha sido acusado de homicidio involuntario.
Después de construir la nave, Madsen trató de llegar al espacio y se puso al frente de una organización llamada Laboratorio Espacial Rocket-Madsens, que también se financia con donaciones. Su objetivo es lanzar un cohete desde una plataforma espacial situada sobre el mar Báltico.
"Muchas de las razones de este proyecto es que estamos frustrados con el mundo de la ingeniería espacial, la NASA y el resto de agencias no hacen lo suficiente. Nuestra respuesta es hacerlo por nosotros mismos", aseguró entonces.
No obstante, parece que sus ambiciones espaciales deberán esperar hasta que se esclarezcan las causas de la muerte de la periodista, un caso criminal que ha atraído la atención internacional.