Washington está sintiendo el impacto de esta creciente influencia sino-rusa y busca contrarrestarlo con el mecanismo de las penalizaciones económicas. Este martes 23, la Casa Blanca impuso nuevas sanciones a empresas y personas de ambos Estados, bajo el pretexto de que los negocios que mantienen con Corea del Norte facilitan su desarrollo armamentístico nuclear.
"La dirigencia europea está revelando cierto agotamiento del punitivismo contra Rusia y deduzco que además cierta preocupación por haber ´entregado´ Rusia hacia China. Una China que se acerca al oriente y centro de Europa con estos acuerdos bilaterales, que no pasan por Bruselas, y que resultan totalmente atractivos para estos países, un tanto marginados de la bonanza económica que ha caracterizado al Mediterráneo y el norte", concluyó Castro.