Cuando la policía israelí efectúa una detención administrativa y el juez la confirma, el sospechoso permanece en la cárcel sin saber por qué fue detenido y no se le juzga.
Las detenciones administrativas, que en los últimos años han crecido significativamente en el país, se aplican generalmente durante periodos de seis meses prorrogables a los palestinos de los territorios ocupados y no a los israelíes.
En la actualidad hay cinco detenidos administrativos en Israel, cuatro oriundos de Wadi Ara y uno de Nazaret, en el norte del país.
Las autoridades israelíes declinaron hacer comentarios al respecto y han prohibido publicar los nombres de los cinco detenidos administrativos.
Según la declaración de sus abogados, ninguno de los detenidos administrativos pertenece a ninguna organización islamista y los cinco han sido detenidos por sus ideas.