El deportista, de 52 años, saltó desde una altura de 6.725 metros a nivel del mar.
En una entrevista realizada después del salto, Rózov reveló que hasta el momento es el punto más alto de saltos BASE de toda América del Sur.
En un comunicado, publicado en la página RedBull que colabora con Rózov, antes de efectuar el ejercicio su equipo tuvo que subir la montaña, en lo que tardaron cinco días, principalmente por la noche ya que la temperatura durante este período es mucho más baja y congela mejor el hielo. Ello hace la subida más segura.
Según la nota, Rózov sigue con su intención de efectuar los siete saltos BASE más altos del mundo en diversos continentes.