De acuerdo con Konstantín Asmolov, especialista del Instituto de Estudios del Lejano Oriente de la Academia de Ciencias de Rusia, Pyongyang debe reaccionar a esas maniobras con una ola de declaraciones. Sin embargo, también puede responder simétricamente a los disparos y lanzamientos llevados a cabo en el marco de los ensayos conjuntos.
"Veremos lo que pasa, nada puede ser descartado. Los ejercicios militares empeorarán la situación en la región", subrayó Asmolov.
Durante los Ulchi Freedom Guardian de 2015, por ejemplo, Corea del Norte y Corea del Sur intercambiaron disparos y cohetes en el área de su frontera terrestre. El incidente ocurrió después de que dos soldados surcoreanos resultaran heridos por minas en la zona desmilitarizada. Seúl acusó a los soldados norcoreanos de cruzar la frontera para instalar las minas en el territorio del país vecino.
Para China, el ejercicio militar conjunto de EEUU y Corea del Sur no contribuye a la distensión en la península coreana.
"El ejercicio no contribuye a rebajar la tensión en la península de Corea ni favorece los esfuerzos de las partes por entablar las negociaciones", declaró la portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Hua Chunying.
La diplomática china llamó a EEUU, Corea del Sur y otros países a emprender pasos constructivos que permitan retomar cuanto antes las negociaciones de paz y solucionar el problema nuclear norcoreano.
Zhao observó que, aunque EEUU y Corea del Sur afirman que los ejercicios son "maniobras militares regulares", han cambiado mucho en los últimos años. La cantidad de tropas que participan en ellos ha crecido a cada año, por ejemplo.
"Tales acciones dan a Corea del Norte una razón para percibir los ejercicios como una amenaza para la seguridad nacional y, por lo tanto, realizar pruebas de dispositivos nucleares o misiles de manera aún más agresiva y deliberada", apuntó Zhao.
Además de eso, el analista destacó que las maniobras militares surcoreano-estadounidenses se llevan a cabo en un momento de extrema tensión en la península de Corea. La situación podría empeorar aún más de acuerdo con los sucesos de los próximos días en el marco del Ulchi Freedom Guardian.

"La escala de esos ejercicios es claramente exagerada para un simples entrenamientos de tropas", destacó Asmolov.
La participación de EEUU se redujo este año de 25.000 a 17.500 militares, según el Pentágono, incluyendo a unos 3.000 que arribaron a la península desde otras bases.