Aunque los buques de guerra estadounidenses están equipados con sistemas de misiles avanzados además de proyectiles de crucero de gran alcance, el cohete antibuque Harpoon de la Marina ha sido superado por sus competidores análogos de Rusia y China, según el medio.
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Así, los misiles chinos YJ-18 y YJ-12 son capaces de cubrir distancias de hasta 386 kilómetros, volando apenas a unos metros sobre la superficie del océano. Al acercarse al objetivo, el YJ-18 golpea a una velocidad supersónica, aproximadamente de Mach 3.
"Cuando el YJ-12, también supersónico, se acerca al blanco, realiza un giro en espiral para eludir las defensas cercanas del buque enemigo", destaca Business Insider.

No obstante, el Harpoon estadounidense no puede alardear de este rendimiento. Es subsónico y su alcance no supera los 120 kilómetros. De esta manera, enfatiza el medio, los misiles rusos y chinos podrían fácilmente causar gran daño a las agrupaciones aéreas de EEUU, por lo cual "la brecha de misiles sigue siendo palpable y una amenaza para los activos más importantes de la Armada".
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Para corregir el déficit, la Marina firmará un acuerdo con Raytheon —uno de los principales contratistas de defensa de EEUU— para actualizar la modificación antibuque de su misil Tomahawk, de acuerdo con USNI News.
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Sin embargo, Business Insider reconoce que la actualización del Tomahawk no podrá alterar el equilibrio de poderes en un futuro próximo. Se estima que los "proyectiles que cambiarán las reglas del juego" entrarán en servicio tan solo a principios de la década del 2020.