Según los datos que maneja el portal, los buques LCS estarían en la picota después de que su armamento hubiese resultado ser insuficiente para las operaciones en aguas disputadas.

La solicitud oficial del Comando Naval explica que las FFG(X) deberán "formar parte de grupos de ataque y de grandes grupos que operen en la superficie" y "defenderse con robustez durante operaciones en solitario".
"Las FFG(X) deberán cubrir esas deficiencias", indica el portal.
Así, y al igual que los navíos a los que reemplazarán, estas fragatas funcionarán como plataforma para vehículos no tripulados con el objetivo de "recopilar información y luego actuar como enlace con las tácticas de la flota mediante el uso de sistemas y redes estables de comunicación", se explica en la solicitud.
Hasta ahora y para paliar las deficiencias de sus navíos de combate litoral, la Armada ha equipado a algunos de estos barcos con cuatro lanzaderas de misiles antibuque superficie-superficie Harpoon, algo que se espera que no sea necesario con las futuras fragatas. Por ahora se desconoce cuánto costará cada una de ellas.