"Varios tipos de cáncer de sangre, incluidos la leucemia aguda y crónica, a menudo incluyen mutaciones que afectan al gen llamado TET2. Este gen suele ayudar a asegurar que un tipo de células madre madure correctamente para producir glóbulos blancos, y con el tiempo muere. Pero cuando el TET2 muta, las células pueden empezar a dividirse sin control, y, como consecuencia, causan cáncer", explica la nota.
Luisa Cimmino, Benjamin Neel y otros colegas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York realizaron un estudio en los ratones genéticamente modificados con genes TET2 con diferentes funciones.
Los expertos descubrieron que la reducción a la mitad en la actividad del gen puede ser suficiente para provocar cáncer, pero esta actividad del TET2 debe seguir baja para que el trastorno se desarrolle. Cimmino apunta que en caso de que el gen esté genéticamente restaurado, bloquea la reproducción malsana y mata las células.
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Más tarde, el equipo de especialistas usó la vitamina C, que es conocida por su efecto en las células madre embrionarias y puede activar el TET2 y es capaz de ayudar a contener la replicación de células.
Cuando los científicos agregaron la vitamina C a las células humanas de leucemia en un plato, con el tiempo estas mejoraron.
Benjamin Neel expresó que espera que la vitamina C se incluya en la terapia contra el cáncer en el futuro. Las personas que sufren de leucemia mieloide aguda son en su mayoría gente de la tercera edad, lo que significa que corren el riesgo de morir a causa de la quimioterapia. La vitamina C en combinación con otros fármacos anticáncer puede ser una alternativa a este tipo de tratamiento.
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El artículo subraya que es poco probable que el aumento del consumo de la vitamina C contribuya a la prevención del cáncer. En otras palabras, esta nutriente debe ser ingerida por vía intravenosa.