"Prácticamente las 11 comisarías realizaron operaciones simultáneas contra el narcotráfico. Solo las comisarías 1 y 7 no informaron de muertos", dijo el oficial.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, celebró el 16 de agosto la muerte de 32 sospechosos de narcotráfico en operaciones similares que tuvieron lugar en la provincia de Bulacán, en la región de Luzón Central.
Duterte encomió a los agentes y hasta les alentó a "matar a unos 32 todos los días".
En julio pasado el líder filipino reafirmó su determinación para continuar una guerra a muerte contra el narcotráfico que comenzó tras tomar posesión del cargo a finales de junio de 2016 y que le valió las críticas de Occidente y de los defensores de derechos humanos.
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Desde el 1 de julio de 2016, la policía y otros cuerpos de seguridad filipinos llevaron a cabo casi 61.600 operaciones antidrogas, que resultaron en la detención de más de 82.600 personas y en la muerte de más de 3.450, según los datos correspondientes al 26 de julio de 2017.