"Condenamos en los términos más duros posibles la escandalosa muestra de odio, intolerancia y violencia; no tiene lugar en EEUU", afirmó en conferencia de prensa.
"Me acabo de reunir con el director del FBI, Christopher Wray, y con el fiscal general, Jeff Sessions… El Departamento de Justicia abrió una investigación sobre derechos civiles relacionada con el mortal ataque con un auto que mató a una estadounidense inocente", dijo en conferencia de prensa.
Además el presidente de EEUU prometió que restablecerá la ley y el orden en el país y aseguró que no escatimaría recursos para lograrlo.
"Cuando era candidato prometí restablecer la ley y el orden en nuestro país, y nuestras agencias federales de seguridad están trabajando para cumplir esa promesa; no vamos a escatimar recursos en la lucha para que cada niño estadounidense pueda crecer libre de violencia y temor", dijo el mandatario.
El 12 de agosto, cuando las autoridades habían dispersado una de esas manifestaciones de los supremacistas blancos, un vehículo se lanzó contra una multitud que se había congregado para rechazar la protesta racista y causó la muerte de una joven y heridas a otras 19 personas.
La cifra total de heridos llegó a unos 34 en diversos incidentes violentos, informó este 14 de agosto el diario The New York Times.
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Las autoridades de Virginia declararon el estado de emergencia y condenaron las expresiones de racismo y nazismo.
Un hombre fue arrestado y formalmente acusado por embestir contra la multitud en un vehículo.
