Según Ozkan, los intereses de Occidente dependen de su apoyo a Arabia Saudí y, por tanto, no les conviene hablar sobre las proporciones a las que está llegando la catástrofe humanitaria en el país africano, en la que toma parte Riad.
"Incluso aquellos que no necesariamente son socios de Arabia Saudí y simplemente quieren llevarse bien con los saudíes y no levantar tensiones se han esforzado por no publicar material sobre Yemen en los medios de comunicación ni hablar de lo que está pasando allí", asegura Ozkan.
Según sus palabras, los altos cargos de la ONU y la propia organización no son neutrales y hasta cierto punto se encuentran bajo la influencia de Riad.
Hasta el día de hoy, son cerca de 10.000 los soldados fallecidos en Yemen los que han actuado del lado de los saudíes. Teniendo en cuenta que en el país del golfo Pérsico la existencia de ONG es casi nula, no existe nada ni nadie que pueda pararle los pies al Gobierno.
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"Hay dos escenarios que podrían detener a Arabia Saudí y a la coalición que se ha montado en el conflicto yemení: o se empieza a presionar seriamente a nivel internacional a los saudíes o en Arabia Saudí se comienza a vislumbrar una posible crisis financiera", explica Ozkan.
Que Estados Unidos siga vendiendo armas a Arabia Saudí a pesar de las numerosas críticas por parte de organizaciones de derechos humanos y ONG es una prueba más de las que dejan patente de qué pie cojea el país norteamericano y a quién apoyan en el conflicto yemení y "quién les gustaría que saliese vencedor de ese conflicto", sentencia el periodista.