"El Gobierno mexicano no va a ceder sustancia por rapidez", dijo Guajardo a los senadores durante un examen ante ese órgano legislativo encargado de aprobar la renegociación del TLCAN, cuya primera ronda comenzará el 16 de este mes para resolver una compleja agenda comercial de los tres países socios: México, Estados Unidos y Canadá.
La decisión de evitar presiones del calendario electoral a cambio de contenidos "sin duda la digo con toda convicción: estaremos haciendo lo mejor por que esta negociación tenga objetivos claros y trate de ser muy transparente, para que los mercados puedan tener una lectura clara de hacia dónde vamos", dijo el jefe del gabinete económico.
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Guajardo señaló que en este proceso de renegociación comercial, abierto por iniciativa de Trump "seremos oportunos, seremos transparentes y estaremos informando sobre todo al Senado de la República en este proceso de acompañamiento de una manera puntual y permanente".
Prioridades de EEUU
Guajardo señaló, en primer lugar, que existe "una fijación extrema [de EEUU] sobre el concepto de déficits comerciales", a raíz de que el superávit comercial de México con EEUU creció 13,7% en el primer semestre de 2017, pasando de 32.483 millones de dólares en 2016 a 36.948 millones, según cifras oficiales del Buró del Censo de EEUU publicadas el fin de semana.
Al final de este año, México podría obtener un superávit de su balanza comercial aún mayor que el año pasado, cuando fue de 63.192 millones de dólares, el nivel más alto en los últimos cinco años.
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El segundo tema se refiere al Capítulo 19 del TLCAN, relacionado con las salvaguardas comerciales, que otorga un derecho especial en América del Norte a estos tres países a no ser tratados igual que al resto del mundo, explicó Guajardo.
"La salvaguarda es un mecanismo automático para reintroducir aranceles cuando consideramos que una industria ha sido seriamente dañada", recordó el jefe del gabinete económico.
Si los negociadores caen en la tentación de utilizar instrumentos que ya habían sido eliminados en el comercio de América del Norte "sería como abrir la Caja de Pandora", alertó.
"Los más afectados no serían necesariamente solo los exportadores mexicanos, pudieran ser los exportadores estadounidenses (…), entonces podríamos terminar en un escenario donde desmantelaríamos el proceso de apertura", advirtió.
La senadora Gabriela Cuevas, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, respondió al funcionario federal que "el tiempo para ambos países no es el más sencillo" para la renegociación.
La senadora recordó que tanto México como Estados Unidos "estarán el próximo año en año electoral y están conscientes de las dificultades que tiene un proceso de negociación de ese tamaño", que debe ser avalado por los poderes legislativos de los tres países.
La política comercial de México "es de inmensa relevancia para la vida de millones de familias en nuestro país", advirtió Cuevas, aludiendo a unos 20 millones de empleos generados en dos décadas vinculados al comercio bilateral.
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México, dijo la legisladora, ha sido "un país abierto al mundo, que habla por el libre comercio y por los acuerdos multilaterales, y entiende que en el diálogo se encuentra la mejor forma de encontrar soluciones a los problemas que nos aquejan", puntualizó.