"De momento no observamos ningún impacto en nuestra cooperación con los rusos en lo que se refiere a Siria", dijo McGurk.
El miércoles 2 de agosto el presidente de EEUU, Donald Trump, promulgó la ley que contempla nuevas sanciones a altos cargos rusos por la supuesta interferencia en las elecciones estadounidenses de 2016, acusación que Moscú desmintió en reiteradas ocasiones.
También endurece las condiciones de financiación en EEUU para las entidades rusas sujetas a las restricciones y deja la puerta abierta a las sanciones contra las compañías europeas por colaborar con Moscú en importantes proyectos relacionados con la exportación de hidrocarburos rusos.
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Rusia, a su vez, pidió a Washington limitar la plantilla de sus representaciones diplomáticas en territorio ruso a 455 personas y anunció que suspende el acceso de los estadounidenses a varios inmuebles en Moscú, en represalia a un nuevo paquete de sanciones.