"En estos momentos no hay ningún acuerdo tangible, pero tampoco hay ninguna ruptura; seguiremos hablando el tiempo que sea menester con la voluntad de poder desconvocar la huelga cuanto antes", dijo en declaraciones a la prensa Leopoldo García, abogado del Comité de Huelga de los vigilantes.
La plantilla, compuesta por unas 360 personas, pide un aumento de su retribución y una mejora de las condiciones de un trabajo que, según denuncian, se desarrolla en un entorno de estrés constante y falta de descansos.
Como medida de presión, los trabajadores decidieron empezar este 4 de agosto interrupciones de su actividad consistentes en cuatro paros diarios de una hora todos los viernes, domingos y lunes.
Además, en caso de que sus demandas no sean atendidas, la plantilla irá a una huelga indefinida el próximo 14 de agosto.
Los paros de este viernes provocaron colas de hasta hora y media en los procesos de embarque de los pasajeros, según reportaron distintos medios de comunicación.
La normal actividad del aeropuerto se vio afectada gravemente en distintas horas del día a pesar de que la Delegación del Gobierno en Barcelona obligó a la plantilla a presar un 90 por ciento de servicios mínimos.
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, aseguró este viernes que la operadora aeroportuaria Aena se encuentra haciendo "todo lo que está en su mano" para conseguir que Eulen y los trabajadores alcancen un acuerdo.
"No vemos muy por la labor ni a la empresa ni a Aena", replicó en declaraciones a la prensa Purificación Infante, integrante del Comité de Huelga
El principal trabajo de mediación entre Eulen y sus trabajadores está siendo realizado por el Gobierno catalán, que este viernes coordinó un encuentro entre las partes involucradas.
Algunos sectores del independentismo catalán insinuaron este viernes que la situación del aeropuerto de Barcelona forma parte de un movimiento para dañar la imagen de Cataluña.
"Qué casualidad que estos incidentes sólo se dan en Barcelona", dijo a la cadena de televisión La Sexta el diputado nacional Joan Tardà, de Esquerra Republicana de Cataluña.
Tardà destacó que Eulen gestiona la seguridad en otros aeropuertos de España, pero opinó que "ni la administración española ni la empresa se hubieran atrevido a tener esta misma actitud en el Aeropuerto Barajas (Madrid)"
El diputado catalán calificó como "justas" las reivindicaciones de los trabajadores, pero a su modo de ver entre las causas del conflicto también se encuentra una "voluntad política de crear una cierta sensación de caos" en Cataluña.