"Estoy a favor de cualquier investigación, pido permiso a mi partido y voto no al informe (que recomendaba archivar la denuncia contra Temer)", dijo al emitir su sufragio el diputado del Partido Republicano (PR) Jordinho Mello, uno de los primeros perjudicados por su decisión, según publicó este viernes el diario Folha de São Paulo.
El Gobierno decidió apartar de su cargo a uno de sus protegidos, el superintendente del Departamento Nacional de Infraestructura de Transportes en el estado de Santa Catarina, Vissilar Preto.
La expulsión de este cargo técnico sería una forma de castigo a Mello por su traición, según confirmaron fuentes del Gobierno al citado diario.
En los próximos días podrían tener lugar más medidas semejantes, ya que a pesar de que Temer logró apartar la denuncia y mantenerse en el cargo, un total de 89 diputados que en principio eran sus aliados votaron a favor de que se lo investigara.
Las represalias con más consecuencias en el escenario político podrían ser las que se lleve el conservador Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que numéricamente es la principal formación de la base que apoya al Gobierno (tiene 47 diputados).
Sin embargo, lejos de que hubiera un consenso a favor del presidente, el partido se partió por la mitad: 22 diputados decidieron ser fieles a Temer y otros 21 votaron a favor de la investigación, mientras que otros cuatro se ausentaron.
La Cámara de Diputados de Brasil rechazó el miércoles por 263 votos frente a 227 que Temer fuera investigado por el Tribunal Supremo Federal por un delito de corrupción pasiva, lo que habría supuesto su cese inmediato de la presidencia.
La Procuraduría General de la República lo había acusado de recibir sobornos del grupo cárnico JBS, pero la mayoría de diputados optó por bloquear la denuncia alegando que en caso contrario se abriría una nueva crisis política perjudicial para la estabilidad y la economía del país.