"Para estos diputados, además de asaltar los cofres públicos, Temer (…) consolidó un plan que acaba con importantes conquistas socioambientales y de derechos humanos construidas a lo largo de 30 años de democracia", dijo en un comunicado el coordinador de políticas públicas de Greenpeace Brasil, Marcio Astrini.
El activista se refería a las enmiendas parlamentarias que el presidente autorizó en las últimas semanas para sumar apoyos.
El sector agropecuario es uno de los pilares de la economía brasileña, pero también el principal responsable de la deforestación de la Amazonía, debido a la expansión de la ganadería y de la frontera agrícola.
La organización ambientalista aseguró que parte de esos "retrocesos" pactados con Temer ya empezaron a consumarse, como una medida provisional aprobada por el Gobierno que beneficia a Funrural (un fondo que gestiona las pensiones de los trabajadores del campo).
Escuche: "Hasta que las personas salgan a la calle Temer va continuar de la misma forma"
La amnistía aprobada a las deudas del fondo a mediano plazo provocará que las arcas públicas dejen de recaudar alrededor de 8.000 millones de reales (2.500 millones de dólares), según Greenpeace.
"Temer deberá continuar su vergonzosa jornada de ceder a las voluntades del Congreso ruralista, dispuesto a rifar aún más el ambiente y los derechos de la población", lamentó Astrini.
La Cámara de Diputados votó mayoritariamente el miércoles a favor de archivar la denuncia por corrupción pasiva que pesaba contra Temer y que estaba relacionada con el presunto cobro de sobornos entregados por los directivos del grupo cárnico JBS.
Sin embargo, el presidente podría ser acusado de nuevo ya que en una de las grabaciones de conversaciones realizadas por los dueños de JBS se escucha a Temer presuntamente autorizando la entrega de sobornos y dando su consentimiento a acciones irregulares para obstruir las investigaciones de la Operación Lava Jato.