"La sensación es que la lucha nunca termina", dijo a Sputnik la abogada española Francisca Fernández durante el primer seminario internacional sobre objeción de conciencia y aborto en Montevideo, en los primeros días de agosto. La conferencia reunió a más de 50 expertos de una veintena de países de África, las Américas y Europa.
Tras aprobar la ley de interrupción voluntaria del embarazo por la simple voluntad de la mujer en 2012, Uruguay se posicionó en la delantera de los derechos reproductivos en Sudamérica, pero se encontró precisamente con ese panorama. En algunos departamentos del país, la totalidad o casi integralidad de los ginecólogos disponibles han objetado conciencia, por lo que las solicitantes fueron trasladadas a territorios vecinos o a la capital únicamente para que le recetaran los medicamentos abortivos. Y si el procedimiento tuviera alguna complicación, terminaban en la emergencia de sus zonas de origen sujetas a la hostilidad de los mismos médicos que inicialmente le negaron la atención.
3 days of intense discussion on consc objection to #abortion & strategies to defeat this deadly barrier. 50 experts, 20 countries. Thx All! pic.twitter.com/MUKsziYvHw
— IWHC (@IntlWomen) August 3, 2017
Lo mismo pasa en los países donde el aborto solo está permitido en situaciones más estrictas, como Guatemala. Allí, las mujeres solo pueden interrumpir el embarazo en casos de riesgo de muerte para la madre. Aún así, se trata prácticamente del país más liberal de Centroamérica, donde se les prohíbe abortar en cualquier circunstancia.
"Tenemos documentados casos de mujeres que han tenido denegado su derecho al aborto terapéutico y han muerto precisamente cuando había indicación de uno. En casos de violación no está permitido y hemos registrado casos de 4.000 niñas menores de 14 años que han sido obligadas a llevar adelante su gestación resultante de abusos sexuales. Centroamérica es la zona que tiene más restricción pero Guatemala por lo menos permite una causal y conocemos casos de mujeres de Nicaragua, Honduras y El Salvador que intentan hacerlo en nuestro país", contó a Sputnik la médica guatemalteca Rossana Cifuentes.
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En Colombia, una sentencia de la Corte Constitucional en 2006 falló a favor de la despenalización del aborto bajo tres circunstancias: violencia sexual, malformación fetal incompatible con la vida y cuando hay peligro para la salud física o mental de la mujer. A partir de un laudo profesional que ateste el riesgo psicológico que sufre la madre en llevar adelante un embarazo no deseado es posible acceder al servicio. Sin embargo, la falta de información y la objeción de conciencia de muchos médicos impiden el pleno ejercicio de ese derecho.
"Algunos profesionales de la salud no están de acuerdo con la práctica, pero tampoco cumplen con las reglas de la objeción de conciencia. Por ejemplo, se niegan a derivarlas a otros médicos que sí están dispuestos. Si bien tenemos un avance en materia de legislación, todavía quedan muchos retos para implementarla", observó en diálogo con Sputnik la abogada colombiana Cristina Rosero, integrante de la organización internacional Women's Link Worldwide.
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En estos primeros días de agosto, Chile logró escapar de la total restricción para aprobar el aborto en tres casos: violación, malformación fetal incompatible con la vida y riesgo de salud para la mujer. Sin embargo, a ejemplo de los países que ya avanzaron en el tema, los obstáculos para asegurar el cumplimiento de la nueva ley se harán presentes.
"Desde que se acabó la dictadura en el país [1990], han sido presentados 17 proyectos de ley para despenalizar el aborto. Como no hemos tenido la experiencia de implementarlo no nos hemos deparado todavía con la objeción de conciencia, pero sí que es un tema que nos tiene preocupados", explicó a Sputnik la ginecóloga y obstetra Dominique Truan Kaplan, integrante de la Mesa Acción por el Aborto en Chile.
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Para Brozovich, si bien el nuevo código impone algunos obstáculos en el acceso al aborto por la sola voluntad de la mujer y el corto período de tiempo establecido, representa a la vez un gran avance al permitirlo sin limitaciones a las niñas y adolescentes con menos de 18 años.
"En los próximos días se va a debatir el texto en detalle y hay todavía muchos parlamentarios contrarios, pero esperamos que sea aprobado este año", afirmó.
En cuanto a la objeción de conciencia, la prerrogativa ya había sido debidamente regulada en Bolivia para evitar abusos, según la abogada. Por ejemplo, no puede ser institucional, tiene que ser presentada por escrito por el médico a sus superiores y los jefes del servicio de salud tienen un plazo de 24 horas para asegurar a las mujeres el aborto solicitado.
"Nos ha tocado atender a mujeres en cuyo estado de origen las propias autoridades de salud no solo les niegan el servicio a las mujeres violadas sino que piden ayuda a la capital para trasladarlas", contó López a Sputnik.
A su juicio, otro reto implica capacitar a los médicos en cuanto a los métodos abortivos. En 10 años desde la aprobación de la ley en Ciudad de México en 2007, se han realizado 181.168 interrupciones voluntarias del embarazo, de acuerdo con cifras oficiales. En más de la mitad de los casos, las mujeres que lo solicitaron ya eran madres de por lo menos un hijo.
A su vez, la Organización Mundial de Salud (OMS) estima que 22 millones de abortos clandestinos se realicen anualmente en el mundo, "casi todos en países en desarrollo". "Se calcula que en 2008 se produjeron 47.000 muertes a causa de abortos peligrosos", según la entidad.
El seminario internacional sobre objeción de conciencia y aborto terminó este 3 de agosto bajo la coordinación de las organizaciones Mujer y Salud Uruguay (MYSU) y Coalición Internacional para la Salud de la Mujer (IWHC, por su sigla en inglés).