"La decisión de abrir una investigación contra el presidente de la República se archiva y la decisión será comunicada al Tribunal Supremo Federal en el plazo reglamentario", dijo el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, al cerrar la sesión, cerca de las 22.00 hora local, después de más de 12 horas de deliberaciones.
"Por la estabilidad política y económica voto a favor del informe", dijo el diputado del oficialista Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB) Baleia Rossi al empezar la sesión de buena mañana.
La tendencia a justificar el archivo de la denuncia para no perjudicar la incipiente recuperación económica fue seguida por decenas de diputados, que no entraron a valorar las consideraciones y pruebas aportadas por los fiscales que denunciaron al presidente.
"La decisión soberana del Parlamento no es una victoria personal de quien quiera que sea, sino una conquista del Estado democrático de Derecho, de las fuerza de las instituciones y de la propia Constitución", dijo Temer en rueda de prensa al poco de terminar la sesión en la Cámara, destacando los votos "por encima de la mayoría absoluta" que su Gobierno consiguió para frenar la investigación.
Temer afirmó que quiere construir un Brasil "mejor, pacificado, sin odio o rencor" y dijo que los que intentan dividir a los brasileños se equivocan.
La Procuradoría General de la República (la Fiscalía) denunció a Temer ante el Tribunal Supremo Federal al considerar que recibió sobornos del grupo cárnico JBS.
Las principales pruebas contra el presidente procedían de declaraciones de los directivos de esa empresa y de uno de los hombres de confianza del presidente, el exasesor Rodrigo Rocha Loures, que fue pillado in fraganti por la policía con una maleta llena de 500.000 reales (más de 160.000 dólares); un dinero que según la investigación estaba destinado a Temer.
"Quien defienda a Temer hoy será cómplice de la maleta de dinero", avisó el diputado de la oposición Glauber Braga (del izquierdista Partido Socialismo y Libertad), igual que muchos otros diputados de la oposición, que se preguntaban qué otras evidencias eran necesarias para inculpar al presidente.
La votación se prolongó durante horas debido a las maniobras de los partidos de la oposición, que intentaron retrasarla al máximo para que se realizara de noche, en horario televisivo de máxima audiencia, para que los brasileños pudieran así conocer exactamente qué diputados votaron a favor de salvar a Temer.
Estos últimos protestaron con pancartas con el lema "Fuera Temer" e incluso con una maleta llena de billetes con el rostro de Temer estampado en alusión al presunto soborno.
La crispación en la Cámara de Diputados contrastaba con la tranquilidad en las calles: la jornada decisiva no registró manifestaciones significativas, al margen de algunos cortes de carretera puntuales realizados por el Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) a primera hora de la mañana.
Temer accedió al poder interinamente en mayo de 2016 tras el "impeachment" de la expresidenta Dilma Rousseff (2011-2016) y fue confirmado en el cargo en agosto de ese año.
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Las acusaciones de corrupción planearon sobre buena parte de sus ministros desde el principio de su Gobierno y él se convirtió en el primer presidente en la historia de Brasil en ser denunciado formalmente por un delito común