Teniendo en cuenta que Daesh proporcionaba apoyo financiero a terroristas, la mayor parte de los fondos procedía de otras fuentes irregulares, entre las cuales figuran salarios, subsidios por desempleo, otras prestaciones sociales y dinero en efectivo, probablemente obtenido del tráfico de drogas y otras actividades delictivas.
El 13 de noviembre de 2015, la capital francesa fue sacudida por una cadena de ataques terroristas que dejaron un saldo de 130 muertos y más de 350 heridos.
El 22 de marzo de 2016 Bruselas sufrió tres atentados que se llevaron la vida de 32 personas y dejaron más de 300 heridos.
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Ambos ataques fueron reivindicados por el grupo terrorista Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y en otros países).