El ensayo de la primera bomba atómica de la URSS en 1949
La primera bomba atómica soviética fue probada el 29 de agosto de 1949, los agentes de la CIA no tuvieron ni idea sobre el ensayo hasta el momento de la explosión. Solo cuatro días después de la prueba los agentes de la inteligencia estadounidenses lograron encontrar partículas radioactivas en la costa soviética del océano Pacífico que confirmaron que se había producido un ensayo nuclear.
La invasión de Bahía de Cochinos en 1961
Los miembros del grupo de desembarco fueron mal entrenados. Además, los cubanos apoyados por EEUU esperaron que la población de isla les apoyara, pero se equivocaron. Como resultado la operación cobró la vida de unas 200-300 personas, mientras unos 1.200 integrante de las tropas de refugiados fueron capturados.
Misiles del medio alcance en Cuba, 1962
Después de la invasión fallida, la CIA se quedó sin fuentes de la información en Cuba. Por lo tanto la noticias acerca del despliegue de los misiles soviéticos equipados con ojivas nucleares en la isla en 1962 le dejó boquiabierta a la gestión de la inteligencia norteamericana.
La revolución islámica de Irán de 1979
Unos meses antes de la revolución islámica de Irán de 1979 el sucursal de la CIA en Teherán consideraba que el régimen del sah Mohammad Reza Pahleví estaba a salvo. Sin embargo, cuando los protestantes leales a ayatolá Jomeinise hicieron con el poder en el país, Estados Unidos no tuvo nada más que reconocer su fracaso.
La caída del bloque comunista en 1989
La desintegración del Bloque del Este y las revoluciones pacíficas en Alemania del Este y Checoslovaquia tomaron por sorpresa a la CIA. La información trasmitida por la CNN era incluso más sustantiva que los informes de los servicios especiales norteamericanos.
Los atentados de 11 S de 2001
La guerra en Irak
Otro fracaso de la inteligencia estadounidense resultó en el inicio de la invasión de Washington contra Irak. Estados Unidos entonces acusó al líder del país Sadam Husein de fabricar armas nucleares, no obstante todas estas informaciones resultaron ser una fantasía de un informante de la inteligencia alemana.
La CIA confió en esta información, a pesar de que todas las advertencias, porque esta coincidía con sus sospechas.