A Gulnara se le imputan los delitos de fraude, ocultación de divisas extranjeras, infracciones de normativas aduaneras y comerciales, blanqueo de capitales que habrían causado al Estado y a los particulares un daño estimado en miles de millones de dólares.
Según la fiscalía, la asociación delictiva en la que estaría implicada la hija mayor de Islam Karímov blanqueó capitales en 12 países, incluida España, a los que la justicia uzbeca solicitó embargar los activos correspondientes.
En agosto de 2015, el Tribunal de la Región de Taskent impuso a Gulnara Karímova una pena restrictiva de libertad por cinco años.
En los once meses que transcurrieron desde la muerte de Islam Karímov, el 2 de septiembre de 2016, su hija mayor nunca compareció en público, lo que dio origen al rumor de que podría estar muerta.