Apurímac, Ayacucho, Cajamarca, Junín y Cusco son algunas de las zonas en conflicto. El 26 de julio comenzaron los descuentos salariales en Cusco. Un día antes, tres dirigentes del sindicato fueron denunciados por el ministerio del Interior. Se les acusó de delitos contra la seguridad y la tranquilidad tras romper un muro que separa el aeropuerto local durante una movilización.
"Durante la campaña electoral el actual presidente prometió subir los sueldos a los docentes durante su primer año de gobierno a 2.000 soles [unos 616 dólares]. La promesa no ha sido cumplida y los maestros han salido a protestar contra esta mentira. Además piden que para el 2021 puedan ganar un sueldo de 4.050 soles [1.247 dólares]. Los médicos tampoco han conseguido un aumento", dijo a Sputnik el periodista Miguel Neyra, del diario El Comercio, desde Cusco, Perú.
Si bien el 16 de julio el sindicato nacional logró un acuerdo con el ministerio de Educación, las sedes regionales continúan en conflicto. En las distintas zonas del país, como parte del proceso de descentralización, los gobiernos regionales crearon direcciones específicas para estudiar las situaciones de las escuelas locales.
Para Neyra, hay una pugna de poder por reconocimiento desde el Ejecutivo entre el sindicato nacional y los regionales. "El problema es que estos maestros formaron sus sindicatos y plantean reclamos al ministerio de Educación, en vez de a los gobiernos regionales", explicó el periodista.
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"No hay peruano que no apoye la huelga porque es un reclamo muy justo. Un policía gana más del doble que un docente. Sin embargo ya son 40 días de protestas. En los últimos días alumnos de diferentes colegios públicos salieron a apoyar a los profesores, pero mucha gente se está dando cuenta que en este momento el reclamo es inviable", concluyó.