El 24 de julio de 1954 se aprobó el diseño de la primera versión de un misil balístico intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés), el R-7, que abrió una nueva era de misiles capaces de atacar en cualquier parte del mundo. Durante los 60 años siguientes, se han diseñado cinco generaciones de misiles balísticos intercontinentales soviéticos y rusos.
En 1946, el Consejo Soviético de Ministros emitió un decreto para iniciar la producción en masa de misiles balísticos de largo alcance, de esta manera nació un nuevo tipo de Fuerzas Armadas Soviéticas: las Tropas de Misiles de Designación Estratégica.
"Un mes antes, Estados Unidos había lanzado un cohete V-2 alemán capturado en el vertedero de White Sands [Nuevo México] y se hizo evidente que el equilibrio global de poderes estaba en peligro", señala Stanavov.
El primer misil balístico intercontinental soviético R-7 fue lanzado en 1957. Esta bomba era capaz de llevar hasta tres toneladas de carga útil a una distancia de 8.000 kilómetros. Su ojiva fue elaborada tomando como base la primera carga producida en el país para bombas nucleares tácticas. El R-7 entró a disposición de las Fuerzas Armadas el 20 de enero 1960. Pronto fue sustituido por el R-7A, el cual tenía un alcance superior de 12.000 kilómetros. Los misiles se dispararon desde una plataforma terrestre de lanzamiento.
Entre los años 60 y 70 se desarrolló la segunda generación de misiles balísticos. La Unión Soviética impulsó el proceso de rearme, adquiriendo los ICBM que utilizaban componentes propulsores con un alto punto de ebullición (oxidantes de ácido nítrico e dimetilhidrazina asimétrica). Hasta 1965 se desplegaron 186 complejos de lanzacohetes R-16 y R-16U.
El R-16 fue el primer misil intercontinental que se valió de combustible líquido almacenable, lo que representaba una ventaja para el sistema. Además, superaba al R-7 en otras cualidades de combate, rendimiento y costo. El alcance de su ojiva, que pesaba hasta dos toneladas, alcanzaba entre 11 y 13.000 kilómetros.
Una ventaja más consistía en que los especialistas decidieron 'esconder' los sistemas de lanzacohetes bajo tierra.
En la época de los años 70 y 80, la URSS consiguió desarrollar la tercera y cuarta generación de misiles. Los artefactos disponían de cabezas nucleares múltiples y mostraban una mayor precisión. En 1975 llegó a disposición de las Fuerzas Armadas el misil pesado R-36M (Satanás), que más tarde se convirtió en la principal fuerza de ataque de las Tropas de Misiles de Designación Estratégica de la Unión Soviética y también de Rusia. El misil es único en su clase y no tiene análogos en el mundo.
A finales de los años 80 se comenzaron a producir los sistemas móviles y estacionarios de cuarta generación —el RS-12 M Tópol, el RS-22 y el RS-20V Voevoda- que, incluso, sus versiones modernizadas forman parte hoy en día del arsenal de las Fuerzas Estratégicas de misiles. En 1996, los militares empezaron a recibir armas de quinta generación, es decir, las estaciones de misiles balísticos intercontinentales RS-12M2 Topol-M. En el período entre 2009 y 2010 adquieren el sistema de misiles móvil Topol-M.
Hoy en día, las Tropas de Misiles de Designación Estratégica están armados con sistemas de misiles de cinco tipos: el RS-20M Voevoda, el RS-18A, el RS-12M Yars, el Topol RS-12M2, el Topol-M y el RS-24. El más pesado de ellos, el Voevoda, puede llevar hasta 8,8 toneladas. El misil tiene 10 ojivas divisibles, cada una con un megatón de potencia.
"Un solo golpe de Voevoda (Satanás, según la clasificación de la OTAN) basta para acabar con una ciudad del tamaño de Nueva York. El resto de los misiles tienen un potencial significativamente inferior; por ejemplo, el Yars tiene una carga termonuclear con una capacidad total de poco más de un megatón", sostiene analista.
Satanás-2
El propulsor y la ojiva hipersónica para el misil ya han sido probados. Se prevé que el Ejército de Rusia tendrá los Sarmat a su disposición para el año 2020. Varios expertos, tanto rusos como extranjeros, calificaron el proyecto Sarmat como el misil más avanzado y potente de su clase en la actualidad.
Además de su poder ofensivo, el novedoso misil podrá hacer frente a los sistemas modernos de intercepción, mientras que su radio de acción asegura la capacidad de alcanzar su blanco desde cualquier área y en todas las direcciones entre los Polos Norte y Sur.
El medio norteamericano Business Insider incluyó al Sarmat, junto con el Yars, en la lista de las armas rusas más mortales. El artículo señala que la OTAN ya ha bautizado al nuevo misil como Satanás-2.
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