"El clima de radicalización no interesa a nadie, espero que seamos pragmáticos y podamos encontrar áreas de consenso", dijo el ministro poco después de tomar posesión en referencia al mayoritario rechazo que buena parte de la clase artística y el mundo de la cultura manifiesta hacia el Gobierno de Temer.
El anterior ministro renunció después de que salieran a la luz las grabaciones que involucran a Temer en un escándalo de recepción de sobornos que le valió una denuncia por corrupción que podría apartarlo del cargo en los próximos meses.
Freire, a su vez, también sustituyó a Marcelo Calero que salió del Gobierno tras desavenencias con Temer y sus secretarios de Estado.
Calero presentó su dimisión en noviembre de 2016 alegando que había recibido presiones del entonces ministro de la Secretaría de Gobierno, Geddel Vieira Lima.
Calero buscó a Temer para contarle que había recibido presiones de otro ministro, pero, según la versión de Calero, el presidente le pidió que silenciara el caso y no le diera publicidad.
Vieira Lima fue detenido a principios de julio y ahora está preso por un delito de obstrucción a la Justicia por intentar entorpecer las investigaciones de corrupción la Operación Lava Jato.
Calero en realidad tampoco accedió al cargo de manera usual: lo hizo tras las presiones del mundo de la cultura para que se recuperara el Ministerio que Temer había eliminado en la reforma ministerial que hizo cuando llegó al Gobierno en mayo de 2016.
"No es cuestión de creer o no (si Temer es inocente); me invitaron para hacer un trabajo y lo haré de la mejor forma posible, para salir de la crisis Brasil necesita estabilidad, espero que todo salga conforme a la Constitución y a la ley", afirmó.
Sá Leitão prometió "reconstruir" el Ministerio de Cultura a pesar de que en el presupuesto de 2017 esta cartera cuenta apenas con 2.700 millones de reales (algo más de 850 millones de dólares), menos de lo que le insume anualmente la Universidad Federal de Río de Janeiro, por ejemplo, según el diario Folha de São Paulo.
El Gobierno de Temer se encuentra en los últimos días ofreciendo cargos y autorizando remesas extra de dinero a partidos aliados y diputados.
Necesita sumar el máximo número de apoyos de cara a la votación por la denuncia por corrupción que tendrá lugar a principios de agosto en la Cámara Baja.
A pesar de las presiones de partidos aliados para colocar a uno de los suyos en la cartera de Cultura a cambio de ayudar a Temer, el ministro escogido tiene un perfil técnico.
Además de trabajar al frente de la agencia que difunde el cine brasileño, Sá Leitao antes se desempeñó como secretario de Cultura de la Alcaldía de Río de Janeiro (sureste) durante la gestión de Eduardo Paes, del oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño.
También fue jefe de gabinete cuando el ministro de Cultura era el músico Gilberto Gil, durante el Gobierno del expresidente Inácio Lula da Silva (2003-2011).
