"Es importante no molestar el uno al otro, no crear sistemas globales de espionaje contra los demás, sistemas de inserción de marcadores a los productos informáticos y de internet que se compran en miles de millones de ejemplares; es necesario establecer reglas tales que den seguridad a la persona que compra un equipo de que su vida privada no está amenazada", alegó el alto funcionario.
El representante del mandatario ruso explicó que se trata de establecer acuerdos pragmáticos y no ideológicos.
En su opinión, no se trata de una unión cibernética político-militar, sino un acuerdo para prevenir este tipo de incidentes y evitar sus consecuencias negativas.
"Ahora hay dispuesta toda una cola de otros países que viene a dialogar con nosotros sobre estos acuerdos", añadió.
El tema de la seguridad informática ha ocupado una de las primeras líneas luego de que EEUU desatara una amplia campaña de acusaciones contra Rusia.
Esta campaña de influencia, según el informe, habría sido aprobada al más alto nivel e incluyó hackeos, filtraciones y uso de medios de información y redes sociales pero no repercutió en el conteo de votos.
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Actualmente el Congreso estadounidense y el FBI llevan a cabo investigaciones independientes sobre la "implicación rusa" en las últimas presidenciales pero no han presentado hasta la fecha ninguna prueba que confirme la responsabilidad de Rusia en esos supuestos ataques informáticos.
Respecto a las acusaciones de injerencia en las elecciones de EEUU, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, las calificó de "infundadas".
Por su parte, Lavrov dijo que no hay prueba que apoye las supuestas injerencias en las elecciones de EEUU, Francia o Alemania.
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El presidente ruso, Vladímir Putin, reiteró el pasado junio que Rusia no está implicada en ciberataques a nivel estatal.