De acuerdo con el alto cargo estadounidense, en Corea del Norte "tienen que cumplir con algún trabajo para pasar por las puertas del club nuclear".
Daniel Coats subrayó que el aumento del poderío nuclear de Pyongyang supone una amenaza directa para EEUU. Es por eso que el país norteamericano debe esforzarse en evitar que Corea del Norte desarrolle la tecnología necesaria para disparar misiles balísticos nucleares.
Según el director de la DNI, parece poco posible convencer mediante negociaciones al líder norcoreano de que abandone ese objetivo.
El 4 de julio, Pyongyang volvió a caldear la situación en la península de Corea al probar lo que presentó como un misil balístico intercontinental que logró alcanzar una altitud de más de 2.800 kilómetros y cayó en el mar del Este, dentro de la zona económica exclusiva de Japón.
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Con esta prueba se eleva a 10 el número total de ensayos de misiles balísticos que Corea del Norte realizó en lo que va de año, incluyendo dos lanzamientos fallidos en abril.