Según la agencia, la medida posiblemente repercutiría en un descenso significativo de las exportaciones de petróleo de Venezuela, que es miembro de la OPEC, y pondría al país latinoamericano en una situación muy complicada.
Lea también: La bomba que prepara EEUU para Venezuela
Tanto la parte venezolana como la norteamericana no han comentado estas informaciones. Sin embargo, estas posibles sanciones económicas son equiparables a las que se aplicaron contra Irán y redujeron a la mitad las exportaciones del crudo persa.
Reuters recalca que dichas medidas permitirían a la Administración estadounidense aumentar su presión sobre las autoridades de Venezuela, dado que implicarán una amenaza para cualquier empresa estadounidense que coopere con PDVSA o los bancos norteamericanos que operen en las transacciones con la compañía en dólares.
Mientras tanto: Venezuela firma acuerdo con empresa petrolera de EEUU
Una de las fuentes también aseguró que la Administración Trump está contemplando la posibilidad de prohibir las importaciones de petróleo venezolano a Estados Unidos, no obstante, todavía no se ha tomado una decisión final al respecto.
De esta manera, las compañías estadounidenses tendrían que adquirir el crudo de otros proveedores e incluso usar el petróleo de la reserva estratégica del país.
De acuerdo con la Administración de Información Energética de Estados Unidos, a lo largo de los primeros cuatro meses del año 2017, el país norteamericano compró 780.000 barriles de petróleo y derivados venezolanos. PDVSA es el mayor proveedor de compañías como Valero Energy, Phillips 66, Chevron Corp y PBF Energy, informa Reuters.
También puede interesarle: La jugarreta de EEUU que impide a Rusia y Japón buscar petróleo
La unidad de refinado de PDVSA en Estados Unidos, Citgo Petroleum, fue el segundo mayor receptor de crudo venezolano en junio de 2017. Reuters subraya que, por ahora, queda poco claro qué efecto tendrían las posibles sanciones sobre Citgo, que pertenece al cien por cien a Venezuela.
Según informa la agencia, la amenaza de aplicar dichas sanciones fue la razón clave para explicar las recientes negociaciones entre la venezolana PDVSA y la rusa Rosneft, que tuvieron lugar esta semana en Moscú.
La información de Reuters destaca que un 40% de las exportaciones de PDVSA se destina a las empresas rusas y chinas, dentro de un programa de reembolso de créditos que supera los 50.000 millones de dólares. La mayoría de los clientes de la compañía que paga en dólares son de Estados Unidos o la India.
Además, PDVSA opera principalmente a través del banco chino Citic Bank, y ahora está tratando de trabajar con nuevos bancos después de que Citibank dejara de colaborar con la compañía hace un año. Actualmente, la empresa puede realizar sus operaciones a través de los bancos europeos, pero estos también podrían aplicar sanciones siguiendo la estela de Washington.
Entretanto, es posible que los procesadores y otras empresas petroleras se opongan categóricamente a estas sanciones por el posible impacto negativo que tendrían en el sector del refinado estadounidense, especialmente en la costa del golfo de México.