"Crimea no comenta esta situación, porque es un asunto que no nos compete. No ejercemos control sobre las obras de plantas térmicas", aseveró a Sputnik.
El motivo de esta decisión fue el "traslado ilegal" a Crimea de cuatro turbinas Siemens enviadas en 2016 para un proyecto en la localidad de Tamán, en el suroeste de Rusia, explicó la compañía en un comunicado.
El pasado día 10, Siemens informó que estaba investigando cómo las turbinas acabaron en la península y si su entrega constituía una violación de los contratos de suministro y del régimen de sanciones, impuestas a Crimea por la Unión Europea.
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El Ministerio de Industria y Comercio de Rusia aclaró un día después que las plantas térmicas de Crimea estarán equipadas con turbinas fabricadas en Rusia con el uso de componentes importados.
Las sanciones impuestas por la UE en julio de 2014 a raíz de la adhesión de la península a Rusia, tras un referendo en el que más del 96 por ciento de los crimeos votó a favor de esa opción, prohíben el suministro de equipos energéticos clave a Crimea y Sebastopol, entre otras cosas.
Moscú declaró en repetidas ocasiones que los crimeos votaron, democráticamente y en plena conformidad con el derecho internacional y la Carta de la ONU, por la reunificación con Rusia que respeta y acepta esta decisión.
En septiembre de 2016, el presidente ruso Vladímir Putin dio por "cerrado históricamente" el tema de la pertinencia territorial de Crimea.