Tras la actual cumbre, el mandatario brasileño Michel Temer asumirá la conducción del bloque durante los próximos seis meses, lapso en el cual puede llegar a ser separado del Ejecutivo de su país si es que prospera el juicio penal por corrupción abierto en su contra.
"El Mercosur vive en un momento de indefiniciones. Un reflejo de esto es la crisis política que atraviesa el líder regional, Brasil. La cumbre puede ser importante para Temer porque tiene una presidencia muy aislada internacionalmente. El signo ideológico del bloque ha virado hacia la derecha. Eso habilita a que el presidente brasileño se anime a presentar las recientes reformas pro mercado que ha hecho sobre legislación laboral como logos personales, y proyectarlas como ideales a ser buscados por los demás miembros del bloque", dijo a Sputnik el politólogo brasileño Clayton Mendoça.
Además se trata de una instancia atípica de las que se vienen realizando desde 2006, cuando se institucionalizó la cumbre de los pueblos, convocada y organizada con apoyo de la presidencia pro témpore del bloque. En esta ocasión el mandatario anfitrión, Mauricio Macri, no la incluyó dentro del programa. Pese a esto, sus participantes habituales decidieron llevarla a cabo por iniciativa propia.
"Hay un efecto de amesetamiento del Mercosur como parte de la presidencia pro témpore de Macri, pero también como un proceso de intento de restauración conservadora que viene sufriendo la región en los últimos años. Hoy Mendoza es el epicentro de un hecho inédito: por primera vez en 10 años no va a haber cumbre social del Mercosur, un espacio institucionalizado que hoy ya no lo es. La ausencia de este sector, como la de Venezuela, implica la falta de actores críticos al acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea", dijo a Sputnik el politólogo argentino Juan Manuel Karg.
Su colega brasileño dijo que la posibilidad de que se concreten los acuerdos entre el bloque sudamericano y la Unión Europea son clave para la presidencia pro témpore de Temer. "Los mandatarios van a intentar concretar el acuerdo como forma de consolidar una mayor apertura del bloque, que es lo que vienen buscando los principales socios, Brasil y Argentina. La misma inestabilidad del Gobierno de Brasil podría ser un obstáculo para que se logre. Al interior del Parlamento Europeo comienzan a visibilizarse las resistencias a la presidencia brasileña del Mercosur", analizó.