En su ciega cacería contra Rusia, parece importarle muy poco al Departamenteo del Tesoro de EEUU, arruinar a las empresas de su país, y de paso la economía, donde "sanción" es la única palabra que parece conocer.
Exxon Mobil es la primera empresa estadounidense, víctima directa de los apetitos insaciables del ente. A dos millones de dólares asciende una multa a la gigante petrolera Exxon Mobil por lo que entienden como una violación de las sanciones relacionadas con Ucrania, al firmar documentos con la firma rusa Rosneft, informó el Departamento del Tesoro de EEUU en un comunicado.
Unas sanciones que son injustas, según declaró un representante de la empresa a Sputnik. Explicó que "todos los documentos firmados que menciona la OFAC (Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento de Tesoro de EEUU encargada de aplicar las sanciones) están relacionados exclusivamente con el negocio con Rosneft", empresa no sancionada.
Esta sanción a Exxon Mobil llega apenas horas más tarde de que las propias empresas petroleas norteamericanas alertaran que estas políticas de sanciones contra Rusia podrían tener un efecto boomerang y terminar perjudicando al propio EEUU.
Estas sanciones tendrán un impacto directo sobre las empresas europeas que participan del gasoducto Nord Stream 2, con el que el gas ruso tiene previsto llegar hasta Alemania sin tener que parar en los países bálticos.
"No podemos aceptar la amenaza de sanciones no internacionales, extraterritoriales, contra compañías europeas implicadas en la ampliación de los suministros energéticos en Europa", señalaba en aquel momento la declaración publicada en el sitio web del Ministerio alemán de Exteriores.
Pero la cosa no se queda ahí. Recientemente, Washington introdujo sanciones que frustraron los planes del consorcio japonés Gas & Metals National, que quería realizar exploraciones en busca de petróleo junto a la empresa estatal rusa Rosneft. Ante esto, Tokio protestó: insistió en que dicho proyecto no puentea las sanciones estadounidenses.
El economista argentino Luis Palma Cane afirma no tener dudas "de que este afán mercantilista de Trump está haciendo un daño tremendo, no sólo a la economía de EEUU, sino a la economía global. Y el mejor ejemplo es el proyecto de Rusia con Japón. En ese caso está perjudicando a un aliado natural en el sudeste asiático".
En este sentido, explica el analista, "ha habido una fuerte protesta (de Japón) incluso a nivel Cancillería de que esto (las sanciones) no podían continuar porque era un tema vital para su futuro energético".
"Trump cree que la política internacional es la confrontación permanente, pero es todo lo contrario, sobre todo hoy después de la Guerra Fría. Está probado que la mejor manera de resolver los conflictos es dialogando y no confrontando", asevera el economista.
Pero el asunto del petróleo no se queda ahí, porque se han vuelto a registrar bajadas en el precio del barril, pese al esfuerzo que hacen algunos miembros de la OPEP, y países que están fuera del cártel, como es el caso de Rusia. Y es que la extracción del cártel volvió a subir el pasado mes de junio impulsada por un mayor bombeo en Libia y Nigeria, sumado al hecho de que Ecuador no cumplirá con los recortes, según declaraciones de su propio ministro de Hidrocarburos, Carlos Pérez.
Palma Cané entiende que "al reducir la oferta en 1.800.000 barriles por día entre productores OPEP y no OPEP, con gran colaboración de Rusia con 500.000 barriles, países que no estaban en la OPEP, algunos como Brasil, intentaron llenar ese vacío que en última instancia es 'pan para hoy y hambre para mañana', porque si aumenta la oferta el precio baja (…). Creo que Brasil se ha equivocado".
Ígor Yusufov, quien fue ministro de Energía en Rusia desde de 2001 a 2004 y consejero de Gazprom de 2003 a 2013, opina que otro período de estabilidad en los mercados energéticos internacionales sólo podrá comenzar después de algún tipo de consultas entre Rusia como gran productor, la OPEP y los Estados Unidos.
Al respecto, hay que considerar que dentro de la OPEP, Arabia Saudí ya no tiene el peso de antes. "Arabia Saudí tiene conflictos políticos, no tiene el peso que tenía antes. El disparate que hicieron (…) auspiciado por Trump de impulsar a Arabia Saudí, Egipto, Yemen y a otros países, a romper las relaciones con Catar, que también es productor, lleva a una 'venganza' ".
Según el economista, no hay que perder de vista que "Irán es el enemigo sempiterno" de Arabia Saudí. "La dinastía saudí también ha perdido poder porque tiene mucho conflicto interno, y esto provoca un revuelo político que debilita su poder de control (en la OPEP). (Arabia Saudí) era un poco el 'banco central', el que regulaba. En vez de regular cantidad de dinero, regulaba cantidad de petróleo. Y hoy desde mi punto de vista ese poder que tenía, como mínimo, se ha debilitado", advierte el experto.
"Estamos en un dime y direte de una producción petrolera en exceso, y un personaje como Trump que no ayuda para nada, conflictos en la península arábiga que tampoco ayuda, países como Libia y Nigeria que se aprovechan de la venia que le dieron otros países de la OPEP para que pudieran recomponer sus producciones, y países como Brasil que también aumentan su oferta", concluye Luis Palma Cane.
