Yafari señaló que el poderío de los cohetes iraníes en el mar, aire y tierra "crece rápidamente" y no puede ser "objeto de tratos o negociaciones".
Teherán condenó las sanciones de Washington y advirtió que aplicará contramedidas contra individuos y empresas estadounidenses.
Al mismo tiempo Washington confirmó anteriormente que Irán respeta las cláusulas del Plan de Acción Integral Conjunto, el acuerdo logrado en Viena sobre el programa nuclear iraní.
Por su parte, el presidente de Irán, Hasán Rohani, acusó de hipocresía a las autoridades estadounidenses, alegando su menosprecio a ciertos compromisos que emanan de acuerdos internacionales.
El Plan estipula que durante 15 años Teherán no podrá acumular más de 300 kilogramos de uranio enriquecido al 3,67% y que el material sobrante deberá retirarse a terceros países, en particular a Rusia.
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A mediados de enero de 2016, después de que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmara que Irán había cumplido con las exigencias recogidas en el acuerdo, EEUU canceló algunas sanciones impuestas al país persa, pero mantiene en vigor otras restricciones, desvinculadas del programa nuclear.